
El jugete había dado ya muchos problemas y estaba roto; cada vez más. Así que… ¿qué más da que me haya acompañado desde siempre? ¿Qué importa que me esperase en la oscuridad cuando estaba triste? ¿ A quién le importa todos los días que he sentido su artificial calor las noches de soledad? Es lo de siempre… y se ha roto. Me compraré uno nuevo mientras este, se acaba de romper solo…de pena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario